viernes, 18 de abril de 2008

TV3

El presidente de Valencia y el de Murcia hacen frente común contra el trasvase. Esta frase la repetían este jueves una y otra vez los boletines informativos de la autonómica catalana. Parecía que después de varios años de defendiéndolo, se habían puesto súbitamente en contra para dejar sin agua a Cataluña. Después, uno podía oír a Francisco Camps y lo que decía era esto: Seremos los primeros en apoyar el trasvase que se va a construir a partir del 1 de mayo. Es más, pido que sea el doble, tal como preveía el transvase derogado por Rodríguez Zapatero. Pero pido y exijo el mismo trato para la Comunidad Valenciana, para Murcia y para Almería. O sea, que aunque digan que están a favor, si a TV3 le interesa que estén en contra, pues están en contra.

Hoy, la misma cadena, informaba de una rueda de prensa que daba Montserrat Nebrera. La noticia era muy breve pero no les faltaron unos segundos para recrearse con un primer plano de la mano derecha de la diputada del PP. ¡Había que centrar la atención del espectador en ese anillo tan brillante y tan pijo que llevaba la derechista!

Esta semana, por otra parte, han vuelto a entrevistar a un supuesto intelectual que defendía las bondades del modelo "democrático" venezolano y boliviano. Estos pensadores anticapitalistas y globófobos, así como toda clase de portavoces y líderes de organizaciones abertzales son entrevistados con mucha más frecuencia que por ejemplo los diputados de Ciutadans, partido que fue completamente ninguneado e ignorado hasta la misma noche del recuento electoral . Algo tienen que tener los populistas iberoamericanos para gustar tanto en TV3. Cuando el extremista López Obrador se presentó en México, se les veía eufóricos ante la posibilidad de que en ese país ganase la izquierda "por primera vez." Los del PRI, por lo visto, estuvieron 70 años aplicando políticas de derechas, pero en el resto del mundo no se han enterado.

Por otro lado, como el adjetivo español suena muy mal, y nacional lo reservan para otras cosas, a la selección española de fútbol, la llaman ahora el combinat estatal.

Luego tendrán la desfachatez de presumir de lo modélicas e imparciales que son sus televisiones públicas. Y por supuesto, de las actividades vandálicas y de los problemas con la justicia de Arnau Montilla, ni una palabra, ni en TV3 ni en ningún medio catalán importante.

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jueves, 17 de abril de 2008

Relativismo, decadencia y barbarie

Occidente está enfermo de relativismo en el plano cognitivo, cultural, religioso y ético. Este relativismo ha llevado a imaginar que todo y todos están sobre el mismo plano y que se debe apreciar todo y a todos prescindiendo del contenido, que no se deban usar parámetros valorativos y críticos ante realidades diversas para no herir su susceptibilidad. Ese relativismo es el que en el plano político ha producido lo políticamente correcto, esa actitud que por nada del mundo quiere crear tensiones con los otros, que prefiera la autocensura como mecanismo para prevenir reacciones negativas por parte de los otros. En el plano social, el relativismo ha producido el multiculturalismo.

Esto lo decía Magdi Cristiano Allam en una interesantísima entrevista publicada en El Mundo el mes pasado. En otra parte de la misma explica que Occidente cree que la violencia del terrorismo islámico es de naturaleza reactiva, y no de naturaleza agresiva como en realidad es. Este Occidente se considera culpable de todos los males sobre la faz de la Tierra. Si alguno se hace saltar por los aires en alguna parte del mundo o si una bomba estalla donde sea, Occidente considera que es culpa suya. Occidente no se ha enterado de que hay en marcha una guerra mundial globalizada desencadenada por el terrorismo islámico y dirigida a imponer su poder a través de una suerte de califato globalizado .


En contra de lo que cree buena parte de la progresía europea, todas las culturas no son igual de respetables. Antes de organizar alianzas de civilizaciones, los occidentales deberíamos tener claro cuáles son los valores que han permitido progresar a la humanidad: los principios europeos del legado clásico, la democracia, el pluralismo, los derechos humanos, el respeto a la dignidad humana, el liberalimo y el imperio de la ley. Una cultura que predica la subordinación de la mujer al hombre, no merece el mismo respeto que otra que cree en la igual dignidad de ambos sexos. Una sociedad que se organiza en castas hereditarias superiores e inferiores con derechos completamente diferentes, jamás puede equipararse a otra en la que se respeta la dignidad de todo ser humano y en la que la ley es igual para todos.

Sin en aras de la corrección política y el diálogo, abdicamos de los valores que nos han hecho crecer y abandonamos la defensa de aquello que nos ha permitido vivir en libertad, habremos emprendido el camino hacia la decadencia. El triunfo del relativismo y del nihilismo, nos conduciría inevitablemente al fin de la cultura europea.

Como dice Sánchez Cámara, las civilizaciones mueren. Las culturas se degradan, decaen y se extinguen. Sobre ellas pesa siempre la amenza de la barbarie. Toda cultura es un paréntesis entre dos barbaries.

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viernes, 11 de abril de 2008

La Cataluña amontillada

Cabría recordar que hubo, no hace tanto, una sociedad civil catalana emprendedora y dinámica. Ambiciosa, pujante, con iniciativa, inquieta, que prosperaba sin tratar de complacer al poder político. Los genios de la arquitectura modernista no mendigaban subvenciones a los poderes públicos. Quien busca la excelencia en su trabajo no se deja envilecer ni corromper fácilmente. Y pocas cosas corrompen y envilecen más que las subvenciones públicas. Cuando el principal propósito de uno es conservar la subvención, complacer al político que la otorga, el rigor y la ética profesional acaban sacrificándose.

Gaudí emprendió la construcción de la Sagrada Familia sin tener ni siquiera permiso de obras. En la hiperregulada e hiperintervenida Cataluña de hoy, difícilmente se mueve algo en el terreno cultural sin buscar el visto bueno de los políticos. Hasta para ejercer de estatua humana en las Ramblas o de músico en el metro se necesita un permiso municipal.

Donde más se nota la degradación que han traído las subvenciones públicas es en la prensa. Montilla subvencionó en 2007 a los periódicos catalanes con más de 17 millones de euros y con más de un millón a páginas web afines. Además la revista Time Out, que dirigía un analista muy nacionalprogresista de TV3, recibió más de medio millón de euros de La Generalitat. Habrá quien no vea la relación causa-efecto, pero lo cierto es que la prensa en Cataluña es atrozmente servil. De los dos grandes periódicos, uno lo dirige el hermano del conseller Nadal, uno de los pesos pesados del PSC. Tanto con el director actual como con el anterior, los editoriales y el periódico entero, parecen siempre redactados directamente desde la sede del PSC en la calle Nicaragua. El otro gran periódico ha variado su línea editorial según han soplado los vientos de la conveniencia, pasando desde el franquismo al felipismo o al nacionalismo. El resultado es que casi nadie se entera de las tropelías que perpetran los políticos locales. La prensa madrileña puede tener muchos defectos, pero al final siempre hay alguien que saca los trapos sucios. Aquí no, aquí se ocultan. Lo importante no es informar a los lectores sino tener contentos a los que reparten las subvenciones y contratan la publicidad institucional. Si no es por los medios de fuera, o por algún pequeño periódico digital, nadie se entera de los créditos perdonados al partido de Montilla, ni de los 300.000 euros gastados en encargar informes a los amigos, ni de que la hija del conseller Baltasar cobra 60.000 euros al año de la Generalitat, ni de los 120.000 euros que nos cuesta mantener alimentado a Carod-Rovira.

Hasta tal punto se han acostumbrado los políticos catalanes al servilismo de la prensa que cuando a un redactor de La Vanguardia se le ocurrió informar de que un abogado del Estado preparaba un informe que matizaba algunos artículos del Estatut, el director de Comunicación de Montilla lo consideró inconcebible y amenazó así el redactor: Te juro que no voy a para hasta joderte. (... ) Vamos a ir a por vosotros, os vamos a hundir. Si se ponen así por estas nimiedades, imagínense cómo serían las amenazas si informasen de los asuntos verdaderamente escandalosos.

Decía Ignacio Sánchez Cámara que, en nuetra época, los bárbaros no esperan al otro lado de las fronteras, sino que llevan gobernándonos hace algún tiempo. Y nuestra falta de conciencia de ello constituye parte de nuestra difícil situación.

La calidad democrática se resiente ante una sociedad civil sometida, subvencionada o simplemente enmudecida. Hace falta más iniciativa privada y menos intervención, regulación y planificación. La sociedad servil no debe prevalecer sobre la sociedad civil.

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