martes, 11 de enero de 2011

El despropósito de las "inversiones" públicas

"¿Por qué son de duración limitada? Muy fácil, porque se han creado para proyectos sin recurrencia, que una vez acabados no aseguran su sostenibilidad ya que no generan ingresos. Y, aunque los generaran, no lo harían en cuantía suficiente para recuperar la inversión, puesto que de ser proyectos rentables y sostenibles los hubiera acometido la iniciativa privada.

Todos los gastos de los gobiernos, por mucho que los llamen, engañosamente, inversiones, no son más que consumo de recursos. Nos lo enseña Reisman en su biblia "Capitalism". Son consumo de recursos por lo explicado en el párrafo anterior: no tienen vocación de recuperarse."


Es curioso hasta qué punto este reciente reportaje de Cuatro sobre “inversiones” públicas ruinosas viene a dar la razón a lo que escribía Ferhergon en 2009. Vean cómo han acabado esas inversiones que iban a crear mucho empleo e impulsar el crecimiento económico. Hemos malversado los recursos, los hemos dilapidado en infraestructuras que no generan ingresos, aunque políticamente quizá si fuesen rentables en su momento. AENA es el gestor aeronáutico más deficitario del mundo. Hay aeropuertos sin apenas actividad. Sólo 18 de los 48 que hay no son deficitarios. Hay estaciones de AVE que no usan ni 20 personas al día. Sólo China tiene más kilómetros de AVE que España, y sin embargo los pasajeros que lo usan en España son el 20% de los que lo hacen en Francia.


No se pierdan tampoco esta noticia sobre el primer vuelo en el aeropuerto de Lérida:


"El Airbus 320 de Vueling que ayer cubrió la nueva ruta entre Lleida y Barcelona tenía capacidad para 180 pasajeros. Solo 44 ocuparon sus asientos. Y de ellos, casi todos eran invitados del sector turístico leridano. Solo seis ocupantes pagaron billete y dos de ellos eran periodistas. Esta fue la escasa demanda de un vuelo de apenas 25 minutos con el que la aerolínea catalana espera rentabilizar su presencia en Alguaire, tras el fracaso de la ruta a París."


Y mientras en algunos sitios como el área metropolitana de Barcelona las autopistas y carreteras están colapsadas. El Estado tiene serios problemas para financiarse y estamos en riesgo inminente de quiebra. Las “inversiones” se han hecho siguiendo criterios de rentabilidad política y no económica. No donde había demanda, donde hacían falta, donde podían ser rentables, sino donde era políticamente oportuno. Es lo que pasa cuando se deja en manos de los políticos lo que debería decidir el mercado.

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