sábado, 9 de agosto de 2008

El blog de J. C. Navarro es un fraude

Recuerdo perfectamente que en las olimpiadas de Sidney me pasé el partido decisivo contra Australia maldiciendo a Lolo Sainz por no darle más minutos a Juan Carlos Navarro, que era quien, pensaba yo, podía revolucionar el juego español con su infinidad de recursos ofensivos.
En los juegos de Atenas también estuvo. Recordará todo el mundo cómo después de quedar primeros de grupo ganando todos los partidos quedamos eliminados al perder el cruce de cuartos contra EE.UU.

Descubro esta mañana que en la página de RTVE han abierto un blog de Juan Carlos Navarro. "La "Bomba" nos lo cuenta desde Pekín", dicen. Y esto es lo que supuestamente escribe Navarro desde Pekín: "Estos son mis segundos Juegos y tengo que reconocer que queremos quitarnos la espinita que se nos quedó clavada en los de Atenas".

Lógicamente a Juan Carlos no puede habérsele olvidado que viajó hasta Sidney y que estuvo allí compitiendo dos semanas. O sea, que el blog no sólo no lo escribe Navarro, sino que éste ni siquiera se lee lo que escribe el negro que han fichado, que además no tiene ni puñetera idea del tema del que tiene que hablar ni se molesta en absoluto en documentarse mínimamente.

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viernes, 1 de agosto de 2008

Un largo periodo de sombras

Ahora que nadie discute que 2008 y 2009 van a ser dos años muy complicados para la economía española, quizá sea el momento de preguntarse cuánto durará la crisis. Conocemos las respuestas de Lorenzo Bernaldo de Quirós, Roberto Centeno, Santiago Niño, Jesús Cacho, Pedro Solbes y Emilio Botín.

Los más optimistas son el ministro de economía y el banquero. Para Botín la crisis de la economía española pasará pronto, igual que ocurre cuando un niño tiene fiebre "que llega de golpe y es alta, pero desaparece pronto". Tan pronto que Pedro Solbes cree que en 2010 se habrá acabado la crisis y el PIB volverá a crecer al 3%.

Jesús Cacho, por el contrario, opina que "será muy difícil, por no decir imposible, recuperar tasas de crecimiento económico apreciable en 2010". Y que " la posibilidad de instalarnos durante mucho tiempo en una dinámica a la “portuguesa”, esto es, consolidar un escenario de estancamiento con bajo crecimiento, alta inflación y elevado desempleo, es algo más que una mera especulación". Una conclusión muy similar a la que saca el académico del Cato, Bernaldo de Quirós: "La crisis que viene será larga y profunda. La acumulación de desequilibrios públicos y privados después de un dilatado ciclo expansivo fuerza de manera inevitable a una purga de saneamiento para eliminarlos y/o reducirlos (...) Ese inevitable proceso purificador es más duro cuanto más rígida sea la economía porque para recuperar la competitividad perdida y crecer de nuevo, el crecimiento de los precios y salarios españoles ha de ser inferior al de nuestros socios y competidores. Este es un camino lento y difícil de transitar en los estados con mercados muy intervenidos. La desinflación competitiva tardó diez años en producir efectos en Alemania sobre la base de una pérdida continuada de poder adquisitivo de los salarios. Portugal no ha sido capaz de aplicar esa dura terapia y su economía lleva estancada desde principios de siglo. Con las instituciones laborales españolas es impensable un ajuste a la baja de los salarios al estilo alemán, lo que sugiere como hipótesis más probable de materialización la situación portuguesa".

Tampoco es nada optimista el catedrático de Economía Roberto Centeno, que afirma que "la crisis no terminará en 2010 por la sencilla razón que estamos ante una recesión de carácter estructural, consecuencia del agotamiento de un modelo económico tercermundista basado en el endeudamiento masivo, el fuerte incremento de la población, y con salarios y productividad muy bajos, y para el que no tenemos alternativa. Es decir, nos encontramos ante una L, una recesión similar a la japonesa de 1992, que puede durar años. No hay ni un solo elemento en nuestra mano, ni uno solo, que permita pensar en una recuperación, ni ahora ni en un futuro previsible".

Más pesimista aún, apocalíptico cabría decir, es el catedrático de Estructura Económica Santiago Niño, que en abril de este año aseguraba que "la crisis ésta hasta 2018 no se acaba. (...) A mí me surge que a finales de 2008 el paro puede estar en el 12%; finales de 2009: entre el 22% y el 25%. (...)Terrorífico. Es que lo que viene es muy semejante a lo que sucedió en el año 29".

¿Quién creen ustedes que tiene razón? Yo, de momento, trataré de prepararme para lo que parece, será un largo periodo de sombras.

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