martes, 11 de marzo de 2008

Libros

Snipfer me pedía hace unas semanas que explicase qué libros voy a leer próximamente. Igual que hizo él, hablaré solamente de los que he empezado a leer:

Buffetología, de Mary Buffet y David Clark: Muy interesante y útil explicación detallada de las técnicas de inversión que han hecho de Warren Buffet el hombre más rico del mundo. Lo compré porque lo recomendó Juan Ramón Rallo.

Un paseo aleatorio por Wall Street, de Burton Malkiel: Empecé a leerlo hace más de diez años pero lo dejé porque en eso momento no me interesaban las inversiones y se me hacía pesado. Ahora que sí tengo interés en la bolsa, he retomado su lectura y ya no me aburre.

El economista camuflado, de Tim Harford: Me animé a leerlo después de que lo recomendaran vívamente en El blog salmón, pero no sé si lo acabaré porque, de momento, me parece demasiado básico y elemental.

La sociedad abierta y sus enemigos, de Karl Popper: Un clásico de la filososfía liberal que empecé a leer animado por lo que de él escribía Isidoro Lamas. La parte en la que detalla el pensamiento de Platón me parece un tostón tremendo, pero me gustan mucho los capítulos en los que habla de la Atenas de Pericles y la guerra del Peloponeso.

The anticapitalistic mentality, de Ludwig von Mises: Empecé a leerlo hace más de un año y lo tengo abandonado desde hace mucho tiempo. Aunque me encanta Mises, se me hace pesado leerlo en inglés.

Momentos estelares de la ciencia, de Isaac Asimov: Relata algunos descubrimientos científicos que significaron un hito histórico. Asimov es muy bueno también como historiador.

Y finalmente L´ombra del vent, novela de mucho éxito internacional de Carlos Ruiz Zafón. No me interesan en general las novelas, pero me va muy bien leerlas para mejorar mi catalán o mi inglés.

Le paso el testigo a Paco Beltrán y al Neoconomicón.

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viernes, 7 de marzo de 2008

La causa de la libertad no prevalecerá si renunciamos a la política


Incierto se presenta el futuro económico e institucional de España. En estos últimos cuatro años se ha producido una ruptura del modelo institucional y de convivencia. Del resultado de las próxima elecciones dependerá qué modelo de sociedad y de Estado prevalece.

Los que ambicionamos una sociedad más libre no podemos permanecer pasivos ante la expansión del socialismo. Basta que no hagamos nada para que éste se consolide, porque su dinámica consistente en controlar cada vez más instituciones, más organismos regulatorios y más parcelas de poder, no se detiene sola. Bien lo saben en Venezuela.

No debemos tolerar que pretendan controlar la información que recibimos ni que adoctrinen a los niños en la fobia a Occidente, la globalización y la economía de mercado. Ni que nos graven con un canon indiscriminado. Ni que pretendan decidir a quién debemos vender nuestras acciones. Por eso la respuesta a los desafíos a los que nos enfrentamos no puede ser quedarse en casa. No acudirá en nuestro auxilio ningún Ron Paul español. Ni aparecerá ningún mesías que nos conduzca a la Tierra Prometida. La libertad debemos conquistarla nosotros. De nuestros actos depende nuestro futuro y la pasividad no puede traernos nada nuevo que merezca la pena.

Es bien sabido que ningún partido español con opciones de gobernar o de influir en el gobierno es liberal, pero también es cierto que unos son más antiliberales que otros. La travesía hacia una sociedad más libre será larga y dura porque son muchas las reformas pendientes, y muchos los interesados en impedirlas. No cabe esperar que nadie resuelva de un plumazo los problemas del país, pero sería un gran avance si, para empezar, consiguiéramos frenar el adoctrinamiento escolar y el canon digital, se corrigiesen algunas rigideces de nuestra economía, se introdujesen algunas reformas para mejorar la calidad de la educación y la independencia de la justicia, además de avanzar en la liberalización del suelo y de los horarios comerciales.

Es hora de que empiecen a cambiar algunas cosas. Es hora de actuar.
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