miércoles, 1 de octubre de 2014

La RBU, una propuesta nefasta aunque pudiera pagarse

Se discute mucho sobre si sería posible o no pagar la renta básica universal que promete Podemos. A mí lo que me preocupa de la RBU, no es si se puede pagar o no. Si el coste, como dicen, es de un cuarto de billón de euros al año, tengo claro que no. Lo que me preocupa es el efecto que tendría en la producción. Igual no pueden pagarse 600€, pero sí 400. ¿Sería buena idea entonces? No, porque tendría un efecto catastrófico en la producción. Habría quien dejaría su trabajo para vivir de la RBU más lo que se pudiera sacar de chapuzas varias, habría quien pasaría de trabajar jornada completa a media jornada, y habría quien siguiese trabajando pero quisiera consumir más. El problema es que no podemos consumir lo que no hemos producido previamente. Toda nuestra riqueza viene de la producción. No es algo dado que esté ahí y solo haya que repartir. Hay que producirla año a año, día a día. Y con esta medida la producción caería drásticamente. En pueblos enteros no trabajaría ni el tato. Y la gente recibiría sus 400 o 500€ pero cuando necesitase alguien para cuidar un anciano no lo encontraría, o tendría que pagar mucho más por conseguirlo. Lo mismo para recoger las cosechas, para limpiar las basuras, para todo. Sería una catástrofe.

miércoles, 11 de junio de 2014

Uber y taxis

Hoy los taxistas están en huelga. Tienen razón en que no es justo que ellos tengan que pagar altos impuestos y licencias para operar mientras otros pueden hacerles competencia sin pagarlos, pero se equivocan pidiendo la prohibicón de Uber y más regulaciones. La solución es ABOLIR las licencias de taxi y toda la regulación del sector. Abrirlo totalmente a la competencia y devolver el dinero de las licencias a los taxistas. ¿Quién saldría perdiendo con esto? Las administraciones que recaudan esos impuestos y luego malgastan el dinero. Saldrían ganando todos los consumidores, que tendrían una oferta mucho más amplia y precios mucho más competitivos. En países menos desarrollados tienen un transporte baratísimo y a cualquier hora se encuentra enseguida a alguien que le lleve a uno donde quiera por poco dinero. No tienen esta perversa regulación que perjudica al consumidor.