viernes, 13 de junio de 2008

Los moderados

Cuando la sociedad no está tranquila, la indiferencia moral y la debilidad de carácter son tomadas como signos de madurez y de sosiego. La moderación no viene entonces de la experiencia o la reflexión, ni de los buenos modales o las pocas ambiciones , sino del horror ante el compromiso serio con algo permanente.

La menor subida de voz frente al descaro del poder y de sus vecinos suena a vulgar estridencia del resentimiento. El buen tono prohibe usar la inteligencia al tratar los asuntos públicos reservados para frases generales y tópicos vacíos de sentido (... ) Locke evoca la tranquilidad de que gozaban los compañeros de Ulises mientras esperaban "con sosiego" ser devorados por el cíclope, y eso no hizo a los escapados lamentar la paz que dejaban en la gruta.

Antonio García-Trevijano



El extremismo en la defensa de la libertad no es ningún vicio. Y dejadme que os recuerde que la moderación en la defensa de la libertad no es ninguna virtud.

Barry M. Goldwater

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

"La moderación en el temperamento es siempre una virtud; en los principios, es siempre un vicio." como decía Voltaire, ese magnífico mediapunta del Lyon

Ignotus dijo...

Inspiradoras palabras, pero de qué sirven los principios si no los exteriorizamos. Bueno, tú tienes esta bitácora donde te expresas, al menos quienes te leen te conocen y sintonizan contigo. ¿Pero qué hay de la acción, se la dejamos a los mamarrachos de la izquierda?

Saludos, Nairu.