jueves, 19 de julio de 2007

Lo que no funciona en la práctica no es válido en la teoría

Cuenta John Stuart Mill en su Autobiografía el enfado de su padre cuando le oyó decir que cierto sistema social era válido en teoría, aunque no funcionase en la práctica. Lo que no funciona en la práctica, no es válido en la teoría, le respondió el padre.

Eso mismo pienso yo del anarcocapitalismo, esa doctrina que pretende privatizarlo todo, incluido el Ejército, la policía y la Justicia, y que está causando furor últimamente entre los blogueros de Red Liberal y los miembros del Instituto Juan de Mariana.

Los anarcocapitalistas construyen tinglados teóricos aparentemente sólidos. Para ellos todo impuesto es un robo, una coacción injustificable. Consideran un imperativo ético la abolición del Estado y desprecian los argumentos utilitaristas. Por eso es difícil rebatirles en el plano teórico, aunque a la hora de la verdad no haya forma de llevar sus ideas a la práctica, y en el caso de que se lograse, no habría forma de mantener un orden estable.

Supongamos que, guiados por el revolucionario Jesús Huerta de Soto, los anarcocapitalistas españoles alcanzan la tierra prometida e instauran su Anarcoarcadia en territorio español. Sin policía ni ejército, la seguridad la proveerían agencias privadas, a quien pagase por el servicio. Habría quien tuviese su ejército privado de mercenarios, que utilizaría para defenderse, pero también ¿ por qué no? para imponer su voluntad por la fuerza. Jesús Polanco presume de tener más abogados en nómina que periodistas. ¿ Qué pasaría el día que quisiese tener más mercenarios que abogados ? ¿ Qué sería de sus competidores ?

¿ Que sería de los que no pudiesen contratar los servicios de una agencia de seguridad ? Pues que no podrían seguir siendo libres, porque en la Anarcoardia, como en el Afganistán postsoviético, como en Somalia o en Haití, en ausencia de instituciones estatales que garanticen el cumplimiento de la Ley; la seguridad y la libertad desaparecerían, y con el tiempo, también la prosperidad, porque en ausencia de seguridad y de certidumbre ¿ quién iba a arriesgarse a hacer grandes inversiones como autopistas o ferrocarriles ?

Donde no hay seguridad, no hay inversión, y donde no hay inversión no hay prosperidad. Si uno tiene dinero para hacer una gran inversión, por ejemplo una autopista, y cree que podría ser rentable, pero teme que otro más fuerte le arrebate el control cuando esté hecha, no hará esa inversión y buscará otro país más seguro.

No se puede confiar la seguridad del país sólo a agencias privadas. Que el Estado tenga el monopolio de la violencia, puede ser peligroso, por eso el liberalismo trata de poner límites y controles a su poder, pero más peligroso sería que esas agencias tuviesen que enfrentarse al ataque de una potencia exterior como Francia o Marruecos. A alguna quizá le sería más rentable venderse a Francia que enfrentarse a ella. Sería muy fácil para Francia sembrar el caos en España desde fuera, a continuación comprar a varias agencias privadas españolas que hiciesen de quinta columna, y después intervenir vendiendo la invasión como una operación de paz para reinstaurar el orden y garantizar la seguridad a ambos lados de la frontera.

También sería probable, en la Anarcoardia, que se desatase una lucha sin cuartel por el poder entre distintos clanes, como pasa en Irak o en Afganistán. Al final alguien acabaría imponiéndose y tomaría el control, al menos de una parte del territorio, donde impondría su tiranía.

Cabe también la posibilidad de que las distintas agencias se fuesen fusionando hasta convertirse en un oligopolio o un monoplio, y en ausencia de controles legales a su poder, instaurasen una dictadura. Por algo decía Locke, que donde quiera que acabe la Ley, allí comienza la tiranía.

10 comentarios:

Fernando A. Ramírez Martínez dijo...

Sí, se las dan de muy revolucionarios, pero yo no me los imagino levantándose en armas. ¿Te imaginas a María y Valín entrando con refles en la moncloa?

Nairu dijo...

Contaba uno que fue a la conferencia de Huerta de Soto en Aranjuez que en algún momento parecía que les fuese a dar un fusil a cada uno para tomar la universidad.

Javi (@Treintanyero) dijo...

Pero de qué estamos hablando...

O sea; le quitamos al Estado (porque no habrá) la legitimidad en el uso de la violencia.

Y ahora qué? Cada uno que haga lo que quiera? Y la ley? Quien y como se ejecutan las leyes, sin poder de coacción?

Lo harán las buenas gentes con muchos "mercenarios" por su "buen corazón?

Pero de qué estamos hablando?

saludos

Javi

Anónimo dijo...

Pues no sé si es peor el anarcocapitalismo o el anarcosocialismo de ZP

Nairu dijo...

Vaya, la muerte de Jesús Polanco ha dejado desfasado el artículo en sólo dos días.

Que en paz descanse.

Anónimo dijo...

¿Anarco que?

Anarcocapitalismo:

El capitalismo es totalmente contrario a la anarquía (principio de autogestión, colectivización y solidaridad), así que, cualquier doctrina política que intente mezclar anarquía con capitalismo merece de mi más ferviente recelo...

Anarcosocialismo:
Lo que hacen los sociatas no tiene nada que ver con el anarquismo...


Fmdo: Un anarconsindicalista español y orgulloso de serlo por supuesto.

Ludovico dijo...

Si tuvieramos en cuenta que el concepto de anarquismo no es el que se entiende normalmente que es el del anarcosindicalismo, sino que es más próximo al anarcocapitalismo tal vez empezáramos a entender.
Por otro lado el ejemplo de una España anarcocapitalista rodeada de Estados no tiene sentido, porque el anarcocapitalismo elimina el Estado y sus fronteras, fomenta el libre comercio y libre tránsito de personas. Ahora bien si desaparecen los Estados por evolución, no por revolución, que es como siempre acaban mal las cosas, entonces podríamos llegar a ver un panorama anarcocapitalista real donde podrían existir nacionalismos (si el territorio de Cataluña es comprado por Catalanes nacionalistas) Cataluña dejará de ser una nación o Estado y pasará a ser una Empresa dirigida por sus accionistas y cuyos habitantes serán clientes o dueños de ella (si fueran todos dueños sería un estado sindicado, sería anarcosindicalismo). Si no, podría regirse como una democracia (si los dueños lo permiten o como una oligarquía). El que no quiera vivir en Cataluña S.A. podría irse a otra empresa a vivir. Los dueños de esa empresa podrían sustituir en cierto modo el Estado poniendo una seguridad privada única, unas tarifas por servicios (similares a los impuestos). Pero lo curioso es que al ser llevado por intereses comerciales tenderán a ofrecer lo que más salida de mercado tiene, y lo que suele tener más salida al mercado es lo de mayor calidad y menor precio. O sea, pocos impuestos y buenos servicios.
El que quiera vivir en un Estado socialista o Confesional tendrá que comprar su terreno y regirse por las reglas impuestas, sería posible un estado Católico cuyas leyes vinieran escritas por el Catecismo, o la Biblia, estaría llena de monjas y curas, supongo, pero tendría sus clientes, seguramente tendría menos beneficios Vaticano S.A. que Cataluña S.A. A fin de cuentas el anarcocapitalismo busca sustituir el concepto de Estado por el de Empresa, donde tu puedes comprar ciertos productos, pero no todos, y puedes dejar de usarlos en cierto momento. Desde mi punto de vista estas empresas no serían tan territoriales, sino que intentarían darte el servicio que necesites allí donde vivas, a nivel de seguridad, como de justicia, como de educación, sanidad, otras como las infraestructuras podrían ser pagables mediante empresas territoriales de mantenimiento de vias, pagando un peaje por su uso o una tasa (actual impuesto de tracción mecánica).
Pero hay que verlo como una posible Evolución y no como una Revolución.

Roque dijo...

Menciona usted la frase "lo que no funciona en la práctica, no es válido en la teoría", para luego intentar desmontar el anarcocapitalismo... ¡desde un punto de vista teórico!

Dado que el anarcocapitalismo NO se ha implantado en la práctica, ¿a qué viene esa tontería de "lo que no funciona en la práctica, no es válido en la teoría"? ¡Pero si lo que está haciendo usted es teorizar!

De hecho, lo que sí se ha comprobado en la práctica es precisamente que las sociedades libres funcionan mejor que las intervenidas. Y cuanto más libres, más prósperas resultan.

Jordi Franch dijo...

De acuerdo en que la anarquía capitalista no tiene referencias históricas y, como tal, no puede aducirse que en la práctica no funciona.
Además, el liberalismo clásico defiende un gobierno limitado, dentro de unos límites mínimos. ¿Acaso no es desmentido por la práctica? El gobierno tiene una ley interna que le conduce a aumentar incesantemente su tamaño. ¿Qué es lo que no funciona en la práctica? ¿Una anarquía de libre mercado aún en ciernes? ¿O un estado mínimo que no puede ser mínimo?

xanadu dijo...

Las agencias de seguridad no usarían indevidamente la fuerza debido a que sería malo para los negocios, pues en una economía de libre mercado el consumidor es el que manda, y al saber de una agencia que ofrece un mal servicio pues simplemente no la contratarian, y la competencia buscaría aprovechar la oportunidad con una oferta atractiva para satisfacer esa necesidad.

En dado caso, el modelo ofrecido por el Estado, en su monopolio de la fuerza, no ofrece tampoco muy buenas alternativas. Pues uno tiene que atenerse a lo que ofrece como sistema, y en esas puede incluir burocracia, abusos, negligencia y corrupción.

Ademas en ocaciones el Estado es el que busca irrumpir la seguridad, sobre todo cuando tiene diferencias con otros Estados, y unos de sus recursos favoritos es la violencia, la guerra. Asi que los que propician el caos son otros, pues este no conoce otro metodo peor para obtener recursos si no es a base del robo y la coerción.

Y para que te lo sepas, pero Somalia, con todo que es un "estado fallido, donde reina el caos y la violencia" ha tenido un crecimiento económico importante. Hay mas mercados, mas oferta de productos a como estaban bajo la dictadura anterior. Todo porque no hay ni impuestos ni regulaciones, por ejemplo el sector de las telecomunicaciones es de los mejores en Africa. Aun hay miseria, pero no hay que olvidar que vienen de una guerra civil, pero eso si, estan mejor a como estaban bajo un gobierno.

Por ultimo quiero señalar a los supuestos anarquistas socialistas que dicen que el anarcocapitalismo es una contradicción. En si no es porque el intervenir en los procesos del mercado para limitarlo es obstaculizarlo, por lo que lo mejor, lo mas benefico, es dejarlo libre, pero no voy a discutir este argumento ahora. Lo que si voy a discutir es en que la Anarquia Socialista si es una contradicción, pues en si el socialismo propone un poder centralizado que tenga el control de cada individuo para formar un todo, una colectividad. En donde esta la anarquia de eso? Ademas busca sacrificar al individuo por el beneficio común, muy contrario a la idea capitalista en donde el beneficio personal impera. Si yo tengo un jefe que es un papanatas pues renuncio, nadie me obliga a estar ahí, pero en una comuna si no me gusta algo o no se logra satisfacer una necesidad pues me tengo que aguantar. Asi que cual Anarquia? cual libertad?