Ahora que nadie discute que 2008 y 2009 van a ser dos años muy complicados para la economía española, quizá sea el momento de preguntarse cuánto durará la crisis. Conocemos las respuestas de Lorenzo Bernaldo de Quirós, Roberto Centeno, Santiago Niño, Jesús Cacho, Pedro Solbes y Emilio Botín.
Los más optimistas son el ministro de economía y el banquero. Para Botín la crisis de la economía española pasará pronto, igual que ocurre cuando un niño tiene fiebre "que llega de golpe y es alta, pero desaparece pronto". Tan pronto que Pedro Solbes cree que en 2010 se habrá acabado la crisis y el PIB volverá a crecer al 3%.
Jesús Cacho, por el contrario, opina que "será muy difícil, por no decir imposible, recuperar tasas de crecimiento económico apreciable en 2010". Y que " la posibilidad de instalarnos durante mucho tiempo en una dinámica a la “portuguesa”, esto es, consolidar un escenario de estancamiento con bajo crecimiento, alta inflación y elevado desempleo, es algo más que una mera especulación". Una conclusión muy similar a la que saca el académico del Cato, Bernaldo de Quirós: "La crisis que viene será larga y profunda. La acumulación de desequilibrios públicos y privados después de un dilatado ciclo expansivo fuerza de manera inevitable a una purga de saneamiento para eliminarlos y/o reducirlos (...) Ese inevitable proceso purificador es más duro cuanto más rígida sea la economía porque para recuperar la competitividad perdida y crecer de nuevo, el crecimiento de los precios y salarios españoles ha de ser inferior al de nuestros socios y competidores. Este es un camino lento y difícil de transitar en los estados con mercados muy intervenidos. La desinflación competitiva tardó diez años en producir efectos en Alemania sobre la base de una pérdida continuada de poder adquisitivo de los salarios. Portugal no ha sido capaz de aplicar esa dura terapia y su economía lleva estancada desde principios de siglo. Con las instituciones laborales españolas es impensable un ajuste a la baja de los salarios al estilo alemán, lo que sugiere como hipótesis más probable de materialización la situación portuguesa".
Tampoco es nada optimista el catedrático de Economía Roberto Centeno, que afirma que "la crisis no terminará en 2010 por la sencilla razón que estamos ante una recesión de carácter estructural, consecuencia del agotamiento de un modelo económico tercermundista basado en el endeudamiento masivo, el fuerte incremento de la población, y con salarios y productividad muy bajos, y para el que no tenemos alternativa. Es decir, nos encontramos ante una L, una recesión similar a la japonesa de 1992, que puede durar años. No hay ni un solo elemento en nuestra mano, ni uno solo, que permita pensar en una recuperación, ni ahora ni en un futuro previsible".
Más pesimista aún, apocalíptico cabría decir, es el catedrático de Estructura Económica Santiago Niño, que en abril de este año aseguraba que "la crisis ésta hasta 2018 no se acaba. (...) A mí me surge que a finales de 2008 el paro puede estar en el 12%; finales de 2009: entre el 22% y el 25%. (...)Terrorífico. Es que lo que viene es muy semejante a lo que sucedió en el año 29".
¿Quién creen ustedes que tiene razón? Yo, de momento, trataré de prepararme para lo que parece, será un largo periodo de sombras.
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Mejores solares JyB
Hace 5 meses
3 comentarios:
Hola
Interesante compendio.
Por si a alguien le interesa, algo que escribí sobre el tema en mayo:
http://ferhergon.blogspot.com/2008/05/la-economa-se-recuperar-mediados-de.html
Pues pienso que nos vamos a meter en la dinámica de Portugal, porque de reformas del mercado de trabajo, está claro que no van a suceder a menos que nos metamos en un 20 o 25% de paro. Aparte, el Estado no va a rechazar y disminuir el gasto público con el actual gobierno,lo cual acabará con una subida de impuestos tarde o temprano. Quien tenga curiosidad el IVA en Portugal está en el 21%, y tienen mucho menos poder adquisitivo que nosotros.
Yo no hablo sobre economía española; sobre economía mundial, mi opnion es que esta es la segunda peor crisis de la posguerra; claramente menos grave que la de 1973, y claramente mas grave que cualquier otra desde 1945.
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